La fiesta nacional del alfajor que se desarrolla en la localidad cordobesa de La Falda se inició en 1989. Centro productor del tradicional dulce de leche en razón de un pujante sector ganadero, la ciudad desde esa fecha ha tenido varios inconvenientes para sostener año a año el evento. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, los habitantes de la ciudad recuperaron su habitual festejo, de la mano de una activa participación de los vecinos, del gobierno municipal y del apoyo recibido por parte de otras localidades aledañas como Cosquín, Villa Giardino, La Cumbre y Huerta Grande.
En la actualidad, la festividad logra convocar a casi cinco mil visitantes provenientes de la provincia pero también del resto del país. La elección de la Reina Provincial, Nacional y de los “Años Mozos”, la “Fiesta Gaucha”, diversos espectáculos musicales y bailes, se entremezclan con más de sesenta stands de alfajores y artesanías dispuestos en sus calles, charlas, conferencias y muestras vinculadas al sector. Además de la elaboración de un alfajor con más de mil kilos como actividad gastronómica principal, los organizadores han apostado por incrementar el número de shows musicales, al punto que han logrado la participación en su escenario de artistas del nivel de Fabiana Cantino, Los Caligaris, Cacho Buenaventura y Jean Carlos. En una línea similar, la afluencia de candidatas a la elección de la reina se incrementó considerablemente con más de treinta postulantes. Las participantes, atraídas por el resurgimiento y el peso tradicional de la fiesta, arriban de varios puntos de la provincia pero también de vecinas regiones: Caroya, Alcira Gigena, Cruz del Eje, San Marcos Sierras, San Luis, Chaco, Corrientes, Villa Giardino, Calchín Oeste, Santa Fe y mismo de La Falda, son sólo algunas. El jurado está compuesto por personalidades vinculadas con el desarrollo turístico, medios de comunicación y ex reinas, garantizando un justo concurso y una exigente elección.
La festividad se desarrolla en paz y con gran algarabía en las calles y diversas instalaciones de esta localidad central del valle de Punilla. A lo largo de la avenida Edén, arteria principal de la ciudad, se instalan los stands y varios de los espacios dedicados a los más chicos. En la diagonal San Martín es común que se monte el escenario para recibir a grupos y solistas musicales pero también el baile de aquellos que se animan. En tanto, el Auditorio Municipal es el lugar elegido para el cierre de la fiesta, contando en esa oportunidad con la palabra del intendente, el secretario de turismo y alguna personalidad destacada de la comunidad.
El territorio donde finalmente se fundó la ciudad de La Falda era, antes de la llegada de los españoles, dominados por la etnia comenchingón. La exploración y asentamiento de los colonizadores implicó la instalación de unas pocas casas, muy precarias, por lo menos hasta la conformación de estancias (una de las más conocidas fue “La Zulema”, propiedad de el conocido médico y abogado, Juan Bialet Massé). Hacia fines del siglo XIX, la venta de tierras permitió la llegada del ferrocarril y la edificación de un hotel que finalmente fue uno de los más renombrados de la provincia llamado “Eden”. Su dueño, Roberto Bahlke, había comprado en 1892 varias hectáreas que le permitió construir el hotel hacia 1898. En 1912, dos hermanos alemanes de apellido Eichhorn lo compraron, y con ello gana en capacidad y servicio, lo cual terminó por convertirlo en un centro turístico de referencia para toda la región en términos económicos.
Sin embargo, el nacimiento de la ciudad no estuvo vinculado a la llegada del ferrocarril y la creación de una estación de tren, como se puede apreciar en otros casos. Fue gracias a la iniciativa de estos hermanos alemanes y la compra de varias hectáreas por parte de otro ciudadano alemán, Emilio Werner, lo que habilita a considerar como fecha de origen de La Falda el año de 1913. Según la Junta Provincial de Historia de Córdoba, fue a partir de esa venta que comenzó a diagramarse la construcción de una villa, con su trazado de calles, casas, mercados y los edificios públicos. Con todo, el carácter formal de ciudad La Falda lo obtuvo recién en 1969.
